no te espero
ni hoy ni mañana
no hinco el diente
en la fruta
no me apuro
si el olvido
como una inundación
lo cubre todo
con su color unívoco
y su duda razonable.
no quiero
un antídoto
o un calmante
no le pido al viento
que traiga tu nombre.
no te espero
pero podríamos
si te vienen las ganas
quedar como siempre
a la orilla del silencio
una mañana cualquiera
para cortar el desvelo
y descansar.