la noche del veinticuatro
pensé mucho en vos
en la navidad que pasamos en casa
mezclando con la minipimer
latas de duraznos congelados
con botellas de champagne barato.
ese día me emborraché hasta la estupidez
sabés, me cuestan las fiestas
por todxs lxs que se fueron
y ya no se sientan a la mesa.
hablar de vos es redundar
en el ánimo que tengo
hacia fin de año.
¿me recordarás
cuando te llegue la noticia
de que fulano tomó demasiada?
¿con algún disco de Morphine quizás?
acá todo sigue como siempre:
unas por otras, futbol
en la semana, cerveza
lecturas obsesivas de Philip K. Dick.
ojo: vivo bien.
de cualquier modo
bastante presente estás
para tu condición
de fantasma.