por ahí anda el diablo
templándome las penas:
ya no despierto en pánico
después de mis pesadillas.
ahora abro los ojos
y todo desaparece despacio.
hasta que al fin el cuarto
la cama el cuerpo.
en la última
te veía de espaldas
desde lejos. no sé
qué hacía, pero no
gritaba tu nombre.
qué hacía, pero no
gritaba tu nombre.
hasta el diablo
va cambiando los trucos
a medida que el tiempo
o la distancia. y medio
que hicimos buenas migas.
es que el pez
muere por la boca
pero hace falta un anzuelo
y sobre todo sacarlo del agua.