lunes, 12 de diciembre de 2016

una novia de ricky espinosa

con lala
nos conocimos
compartiendo
pasillo de loquitos
en el hospital.

ella estaba
metida ahí
por un intento
de suicidio.

tenía
la cadera
estropeada
por la caída
y no se podía
levantar
de la cama,

yo iba entero
en cómo rajar,
pero ni cerca
de lograrlo.

así rota
como estaba,
lala irradiaba
cierta belleza
inexacta
que no había
visto nunca.

por unos días
tuvimos planes,
nos prometimos
cosas a contrapelo
de las enfermeras
y todo eso.

del lado de afuera,
me fui al mazo
sin siquiera
mirarla
a la cara.

supongo
que está bien así.

ahora
que todo parece
una película

pienso en esos
caballos de alquiler
que hacen siempre
la misma vuelta
sin importar
cuánto quieras
tironearlos
en otro sentido

y un poco
me siento
la rienda.