domingo, 11 de diciembre de 2016

frío como abrazo del tano gracián

lo perdemos nosotros,
me dije mientras apagaba
la tele post partido.

de toque pensé
en esos que dicen
no entiendo
qué tenés que ver
con los veintidós
millonarios que juegan
y otras refutaciones
de la misma clase.

como si el ánimo
debiera modificarse
nomás ante las Cosas
Trascendentes,

como estar
con la emoción
a dieta, cortando
en centésimos
la pena
y la sonrisa.

después
lo aplasté todo
con una cerveza
helada.

derrota o no,
tampoco es cuestión
de entregarse manso
a esa tristeza
que crece a veces
en los bordes
del domingo.