ayer
a las tres
de la mañana
el grandote
se mudó
para el otro
barrio.
de solo
se fue yendo.
los últimos años
no hacía falta
afinar la vista
para verlo recular.
dijeron
que fue cáncer.
de pulmón.
lo que en realidad
pasó es que llegado
un punto se te acaban
los te juro que es
por esta vez y nada
más, dios mío, dejame
pasar esta que me porto
bien.
me lo imagino
asomado al pozo
del olvido último
con ese gesto compadrito
que usaba al mamarse,
zarpado de morfina,
diciéndole a la muerte
hay cosas que, a tu edad,
todavía no te puedo
explicar.