estamos fuera de moda
en todas las charlas.
somos cuestión
saldada: haloperidol
y a la cama, a morderse
las pesadillas. no se
hable más.
igual,
la psicosis
no es un atributo,
como quieren
que creas
los consumidores
ocasionales
de drogas
y los boluditos
de la paroxetina.
no es
unas vacaciones
de desintoxicación
en viaje de vuelta,
no tiene nada
que ver con tocar
fondo y encontrarte
con tu verdadero yo.
no es querer morirte
y llamar a tus amigues
en un bajón de merca
para hablar de la fugacidad
del tiempo. no hay caída
porque no hay unidad,
ni dimensiones, ni continuidad
suficiente para estar yendo
a alguna parte y, desde ahí,
caer a otra más hueca
más profunda más negra.
pero no.
a nosotros
no nos escriben
con equis,
ni en ninguna
otra jerga:
desde afuera,
las palabras
son todas
iguales.