escribir
no es tan importante:
ya lo creo.
lo que no se dice
tanto es que
casi todo lo demás
tampoco.
ni el más tortuoso
de los males de amor.
ni esa noche, o seguidilla
cuando te salían todas.
en términos
proporcionales,
todos tus recuerdos
agradables,
-esas cosas
que te dan bordes
cauce o referencia-
ni siquiera
representan
un valor
cuantificable
en relación
a la vida útil
del pvc,
o el nylon.
hay que ser
un psicopata hijo
de mil putas
para creer
que por escribir
hasta la mitad
del renglón,
se merece
alguna clase
de trato especial
o deferencia.
si llega a ser cierto
que hay dos equipos
para mi, uno
es de gente
y otro de pirañas.
no estoy seguro
de cuál es el mío,
no estoy seguro
de nada, pero
a comernos entre
nosotros todavía
no empezamos.
y si forzosamente
hay que aplaudir
a alguien, voto
por los que hacen
asado a la cruz
los días de mucho
viento o de llovizna.