miércoles, 24 de febrero de 2016

mucho, poquito, nada

escribir
no es tan importante:
ya lo creo.

lo que no se dice
tanto es que
casi todo lo demás
tampoco.

ni el más tortuoso
de los males de amor.
ni esa noche, o seguidilla
cuando te salían todas.

en términos
proporcionales,
todos tus recuerdos
agradables,
-esas cosas
que te dan bordes
cauce o referencia-
ni siquiera
representan
un valor
cuantificable
en relación
a la vida útil
del pvc,
o el nylon.

hay que ser
un psicopata hijo
de mil putas
para creer
que por escribir
hasta la mitad
del renglón,
se merece
alguna clase
de trato especial
o deferencia.

si llega a ser cierto
que hay dos equipos
para mi, uno
es de gente
y otro de pirañas.

no estoy seguro
de cuál es el mío,
no estoy seguro
de nada, pero
a comernos entre
nosotros todavía
no empezamos.

y si forzosamente
hay que aplaudir
a alguien, voto
por los que hacen
asado a la cruz
los días de mucho
viento o de llovizna.