dos fernet cargados
al pie de la pileta de la cocina
para que la tarde circule
y no se estanque en pensamientos
que remitan a la ausencia.
hoy llovió tupido
el jardín está bajo agua
hay apenas algunos pájaros
a los saltos, persiguiendo
quién sabe qué cosa
y los mosquitos siempre presentes.
no leí los diarios
ni el libro de carrere,
sólo tomé mate y fumé
en la galería. tabaco
ese compañero de silencios
y a veces de lágrimas
vertidas al vacío.
voy al olvido
pero pataleando
oponiendo toda
la fuerza del cuerpo
contra el empuje
permanente de los días.
a veces
hay alguna frase
o algún gesto que te trae
de vuelta. los observo
sin tocar nada y después
paso a lo siguiente
mirando siempre hacia adelante
haciendo camino en el desastre.
no sos vos, que te vas
es el tiempo que, de golpe
desaparece.