los brazos como ramas de mi abuela Elida
el campo abierto cortado de espinillos
ripio hasta el alto y después tierra nomás
el farol plateado de la luna y alrededor lo negro.
es el gol increíble de Ortega contra San Lorenzo
la bengala perdida de Luis Alberto
ciertas piernas en un par de posiciones
y la plaza la infancia el árbol de nísperos
es baguala
contrafuerza al empuje
impertinente del silencio.