domingo, 12 de julio de 2020

ton

el árbol sigue caído en el jardín.  al despertar, lo saludé, como todas las mañanas. buda y olivia vinieron a hacer su numerito matutino y jugué un rato con ellos antes de levantarme.
algunas cosas nunca cambian. preparé mate y elegí un disco.  a media nota del página, giré mi cabeza para hablar con el departamento vacío.
lo que hablamos, cogemos, comemos, nos abrazamos y discurrimos no se agota.  permanece.  supongo que por eso los gatos de pronto miran fijo a lo que uno podría decir que es ninguna parte.  nadie puede descuerparte de mi hombro, ni quitarme la risa de algún chiste.
somos la suma de todas las veces que dijimos que si.