mientras camino
el patio, el resto
de los pacientes
charlan o chillan
como una piñata
de delirios que
se desinfla.
anoche
quise hablarte,
pero el teléfono,
pero las paredes,
pero yo.
no digo
siempre
lo mismo:
es la lengua,
pesada de
remedios
que se arregla
con lo que tiene
a mano.