viernes, 8 de septiembre de 2017

cuentos

pensaba
que nunca hice
una foto
de tus manos
y que de a poco
el olvido
va mordiéndoles
los bordes.

que la evocación
es siempre
una cosa
inexacta,
pensaba,

mientras
me iba acostumbrando
a los sujetos tácitos,
a hablarle al aire.

está,
después vendría
la paranoia
a arruinarlo
todo, pero
¿a que se podía
nomás estar
en el cuerpo
a la siesta,
con el ruido
de tus cuentos?