domingo, 8 de enero de 2017

house

ayer amaneció nevando.
yo salí a fumar un cigarrillo
al patio de atrás para calmar
la tos y miré cómo los árboles
iban volviéndose blancos.

después desayunamos fuerte:
panceta, huevos, café y panes
hasta aplastar por completo
el frío de la noche
en el cuerpo.

Becca y Bernie, los dueños
del lugar, son una pareja realmente
hermosa: siempre hay amor cuando
se hablan, hacen los trabajos
de la casa mientras bailan
y cantan a dúo. sus hijos
ponen la alegría complementaria
al ambiente, con ojos que brillan
como obsidianas niñas o luces
de navidad.

lou y yo
muchas veces nos preguntamos
por la felicidad, digo, la manera
adecuada de perseguirla.

pienso que acá hay algo.
en la esfera íntima. ahí donde
no importan ni las banderas,
ni el idioma, ni el presidente
careta de turno, ni seis carajos.

nos enroscamos buscando,
mientras en realidad el asunto
es sencillo: el cuerpo caliente,
la sonrisa franca y la palabra
llena.

eso mismo vi.
donde casi todos dicen,
desde lejos, que no hay
nada para mirar.