jueves, 21 de julio de 2016

un planisferio prendido fuego

porque olvidé ese momento
donde podía chupar la raíz
de la planta con flores blancas
que me dijo el abuelo juan
y aplacar la sed durante horas.

porque tengo el recuerdo
en el tiempo, sí, pero hecho
sólo de palabras, sin abuelo
sin campo sin plantas.

porque el relato y la vida
no serán nunca la misma cosa,
porque la memoria es un retratista
borracho que hace un desastre
con sus acuarelas, con el agua sucia
de vocales largamente cerradas.

porque también olvidé mi canción
entre el ruido de los dientes,
confundí las señales, dejé
de distinguir sus colores
en el escándalo de los pájaros,
a la mañana.

porque temo perderlo todo
en esta duermevela
donde las cosas son
y son su opuesto
en un parpadeo,
o una contraindicación
poco frecuente,
escribo

como quien traza un mapa
como quien deja un camino
de piedritas, o ramas rotas
para saber siempre cómo
volver a casa.