el problema no es
que el caballito
de la estética
sea otra manera
de esconder
el mazo.
ni que sea
complicado
distinguir
lo vivo
del ruido.
la culpa
nunca es
del chancho.
es el miedo
lo que le seca
la pulpa a las
palabras.
entonces,
aclaremos:
no es no,
amor es salto al vacío,
hablar es el cuerpo
todo.