una vez
que desperté
y fumé el primer
pucho del día,
puse el agua
a calentar.
unos minutos
después llevé
café a la cama
y desayunamos
ahí, con todas
las horas crecidas.
mientras hablábamos
de cosas sin importancia,
buda se desperezaba
entre mis pies.
a veces
una taza
de café negro
puede ser
la manera boba
en la que tipos
como yo arrimamos
el cuerpo.