yo, habré tenido
trece, catorce.
fui a lo del loco
a mostrarle
unos temas
de el exceso
de flema y él,
tenía padres
españoles, me puso
a los de barricada
cantando balas blancas
para la oveja negra.
en el momento ni entendí.
pero la imagen se me quedó
pegadisima a la cabeza.
en esa pieza con pósters
del real y de enrico chiesa,
sin saber qué quería decir,
el gallego me mostró el punk
español por la supremacía
blanca.
cada dos por tres
me decía ¿suenan bien
no? como si ni cuenta
se diera. había que verlo.
hay que tener
cuidado con la rebeldía.
sobre todo en una ciudad
como madrid, supongo,
donde dos por tres
te encontrás
con un franquista
disfrazado de tachas
y chupines.