mientras mis gatos duermen
miro fijo a los ojos de la noche
ella mira dentro mío
así nos quedamos
inmóviles.
la oscuridad me rodea
nota sobre la mesa:
adiós, estuvo bien
pero no me queda más.
afuera la enredadera
está blanca de flores
se escucha el chillar
de algunos grillos.
hasta este poema
lo sabe:
nadie vuelve.
nadie vuelve.