antes la tristeza
era como nadar en el mar de noche
perder las dimensiones, la ubicación
mantenerse a flote como sea
dejar la vida en ello.
ahora a veces
se parece a un animal doméstico
acostumbrado a mi presencia
viene a enredarse entre mis pies
me mira desde el sillón.
yo le hago caricias
en las partes blandas:
te nombro por molestar
deslizo los dedos por el borde
del hueco.
después vuelvo a lo mío:
respiro profundo
estiro los brazos
escribo un poema.