te dejé ordenar mis cosas
trapeaste el daño fuera de casa
y ahora no sé qué hacer con el frío.
¿cómo te hablo cuando no?
escribo poemas que van a dar al pasto
y cuando duermo sueño que volvés.
mirarte reír
con remera de entrecasa.
eso entiendo yo
por paraíso.
***
meter cosas en cajas
y las cajas dentro de un camión
para ir a otro lado
perseguir el desatino.
no es mucho -decís-
y es verdad.
pero también es cierto
que así empiezan
todas las despedidas.
***
en dos semanas
cumplo treinta y ocho años.
doy sorbos cortos de mi vaso
de cerveza y pienso en lo que
hay y en lo que falta.
construir es todos los días.
para el derrumbe
basta una espalda
pero se le hace
con el alma apretada
entre las muelas
y el corazón enloquecido
como si fuera la vida
en ello.
treinta y ocho años.
todavía no sé qué hacer
con la tristeza.