tres que son válidas en toda clase de situaciones. por ejemplo: frente a un tipo que te dobla en peso y te arrastra con el brazo bien apretado detrás de la espalda para el lado del ruido de un auto. o en el pico máximo de la fiesta de cumpleaños de tu novia. o antes de dormir.
¿quién soy? ¿dónde me llevan? ¿quiénes son ustedes?
cinco letras, vertical: perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. como en el sueño recurrente de la infancia. como los primeros segundos después de despertar con el estómago por los tobillos.
¿quién soy? ¿dónde me llevan? ¿quiénes son ustedes?
justo después de saludar al doctor. mientras se le habla de mil modos sobre un insoportable dolor de huesos. o de muelas. y las recetas no aparecen por ningún lado.
¿quién soy? ¿dónde me llevan? ¿quiénes son ustedes?
en la ambulancia. con la vía y toda la papa por goteo. y que la única forma de quejarse sea el reflujo de la sangre tubo adentro.
¿quién soy? ¿dónde me llevan? ¿quiénes son ustedes?
de esas películas que terminan en el frenopático, en el serruchito de plástico del cubierto por deseo. y fumar, sólo en el patio.
¿quién soy? ¿dónde me llevan? ¿quiénes son ustedes?
preguntar también es el cover de un cuento: ese que sólo escriben los que siempre
ganan.
ganan.