domingo, 27 de mayo de 2018

hasta perder la razón

hacé
de cuenta
que sos
un hijo
para nosotros,
me dijo
la tía nelly.

afuera llovía
tupido, pero
se me llenó
al toque
el bobo
de sol.

después
el ñato
abrió un
vino, yo
serví
los tres
vasos
y comimos
hasta que
nos dió
la panza.

uno
suele enroscarse
con toda clase
de idioteces,
pero la felicidad
es en verdad
bastante simple:

calor de casa,
campo abierto
y un par de flores
para desmenuzar
antes o después
de las comidas.