sábado, 12 de mayo de 2018

el reino del ñato ix

lloré
apretando
la cabeza
contra el
colchón
para no
hacer
ruido.

después
salí a
la calle:
gatita
blanca
me calcó
los pasos
en el ripio.

incluso vino
a enredarse
entre mis pies.

vomité
y seguí llorando
hasta que se me
secaron del todo
los ojos.

el perro
del milico
ladraba
sin pausa.

noche larga,
sí, pero al rato
siempre amanece.