lunes, 8 de enero de 2018

new brookland tavern

hace unos días
fuimos a ver
una banda
acá cerca.

raro:
servían
el trago
en vasitos
de plástico.

también
descubrimos
el whisky
de canela,
más que efectivo
contra el frío.

en el patio
de atrás 
del lugar
se agolpaban
los fumones,
tratando
de mantener
el poco calor
que el cuerpo
había sabido
conseguir,

cuatro bajo
cero, todas
las bocas
echaban vapor
aún cuando el
fumo se hubo
terminado.

la vocalista
de la banda
tenía una voz
increíble.

así y todo
el ambiente,
para uno de
tan lejos,
resultaba
medio pechi.

pasado
el concierto
volvimos a casa.

la luna enorme
cortaba el azul
oscuro del cielo
y el alumbrado
público al costado
de la calle nos
engrupía de fiesta
infantil.

apenas eran
las doce
de la noche:

acá
todo el mundo
se emborracha
temprano.