los días no
desaparecen
por la canaleta
del juego
y la droga.
los días
pasan, mansos
y uno hunde
ahí las manos
con amor,
con lo
que tiene.
los días
no se ahogan
en un río
de metro
y medio,
no hay
que pedirle
ayuda a otros
países para
saber de ellos.
los días
son de todos,
ahora mismo,
lo demás
es religión.
antes
la patria
era el otro.
ahora,
es el límite
de la tarjeta.