sábado, 2 de diciembre de 2017

jamuy jamuy

de la selva
bien adentro

canta el tipo
con una percu
planetaria y
otro músico con
un tatuaje en el
cuello a las cuerdas.

de alguna
manera, el
canto es
un resguardo.

detrás
de la ventana
cerrada, el campo
explota de estrellas
y ruido de grillos,
como constancia
de que la vida
siempre termina
por abrirse paso.

mientras tanto,
yo me retuerzo
en mi lugar,
incapaz de
vomitar,
oyendo de
soslayo
los llantos
arrastrados
y los suspiros.

yaku mama,
cantan ahora.

el cerebro
intenta traducir
la experiencia
en términos
conocidos

y falla.
una, dos,
mil veces.

recién
al amanecer,
o tal vez
un poco antes
logro dormir.

entonces
escribo:

a veces
estar solo
y perdido
es excusa
suficiente
para caminar
sin la radio
mal sintonizada
que es el
pensamiento.