tengo tantos
hermanos que
no los puedo
contar.
yo pienso
en gabriel
y sobre todo
en luisito,
ese ángel
con la cabeza
reventada
que vino
a auxiliarme
el primer día
en el patio
de la clínica,
mientras
se me dormía
la lengua
a causa
de la papa
que un enfermero
con la cara fría
como la muerte
había dejado
debajo.
en el pibe
de los bidones
de gbl, pienso.
y con él en todos
los que la colgaron
buscando otra forma
de comunicarse.
en el adri,
que desde
su equipo
de música
siempre
impecable
me pasaba
los discos
de creedence
y de led zeppelin
cuando yo era
un chichón
del suelo.
los que buscan
infructuosamente
en las palabras
y vuelven
a intentarlo,
empujando
con los dedos,
a contrapelo
del silencio.
los que tienden
un puente
donde antes
no había nada.
eso es familia.
no dejemos
que la derecha
nos robe también
las palabras.