lunes, 22 de mayo de 2017

efemérides de twin peaks

después volver cansado a la ida, antes del viaje.  volver con el certificado de podredumbre sellado en el pensamiento y el gusto a laboratorio alemán en la boca.  en una que se parece bastante a esas películas conceptuales donde se quiere hablar del sufrimiento del hombre, pero se muestra un burro tomando pintura.

afuera seguía el bobo batiendo a dos veinte.  todo era piernas y desorden.  afuera de dónde, por otra parte, porque si es que esto realmente está sucediendo dónde sucede y cómo se saldrá fuera.  con eso así, es probable que no amanezca nunca.

desde algún lugar llega el ruido de los trenes.  todo el mundo parece estar largándose de la ciudad.  o deberían hacerlo.  porque estamos al borde de algo horrible.  o tal vez solo sea la ansiedad y todo vaya sobre rieles.  de ahí los ruidos.  claro.

afuera, y ahora sí la calle, cortada por la lluvia: otra de tantas cosas que el olvido decidió quedarse hasta recién, cuando la dejó caer toda junta y en dos sílabas sobre la historia, agua.  la potencia ordenadora de ciertos significantes: decime, por favor, decime donde vamos a parar en medio de esta inundación en ciernes.  rascame la cabeza, jurame cosas imposibles.  pero no hay respuesta, no hay ni un sonido.

después volver y dejar caer la ropa sobre las sillas y los huesos sobre la boca de la cama.  dejar así las horas y todas las palabras escritas durante la caída, aunque no exista el suelo, o no haya dónde
caerse.