lunes, 6 de marzo de 2017

tics y perseveraciones que indican notoriamente

aún no: el preámbulo.  no caben dudas, pero no todavía.  será después y no el preámbulo, ni el postfacio.  pero aún: las palabras.  eso sí cabe siempre.  a las dudas las carga un diablo obsesivo.  digo.  no me parece menor: un hombre parado hace sombra en el suelo.  le puedo errar de medio a medio, pero digo.  no soy un cínico: no me interesan ni la mordacidad, ni los beneficios secundarios del silencio.  digo y le erro.  y hago archivo.  con el bobo, todos los días.  no me llamo: digo y le erro y vuelvo a corregirme.  me enseño una sombra en el suelo, de pie.
no me llamo, pero digo.


***

entonces, porque seguro no es ahora,
el poema.  entonces también la época
y la lengua.  como carne y uña,
café con cárcel.  juntas.  una por el calor,
otra por no saber.  de la mano.  al comienzo.
porque seguro es y hay, pero no ahora. no esta
convención en tanto voy a decir y voy a temblar.
el poema.  al masticar sin cansancio el plato
vacío de la realidad.  ante esa gente
que va a la vida fingiendo coordenadas.
personas replicantes.  hablando siempre como
si estuvieran en un evento, o un estudio de tv.
en la lengua, la época tiembla.
entonces ahora y el poema. no sé cuando
deba terminar.  sé la tierra y la semilla: ahora.
sé que habló el borracho, que el viejo del árbol
y la desdeñosa.  que el alucinado de los descapotables
y el cónsul y el pianista triste del paisito. eso sí sé.
lo demás pienso temblarlo.  en la época, la lengua
y entonces.