aún no: el preámbulo. no caben dudas, pero no todavía. será después y no el preámbulo, ni el postfacio. pero aún: las palabras. eso sí cabe siempre. a las dudas las carga un diablo obsesivo. digo. no me parece menor: un hombre parado hace sombra en el suelo. le puedo errar de medio a medio, pero digo. no soy un cínico: no me interesan ni la mordacidad, ni los beneficios secundarios del silencio. digo y le erro. y hago archivo. con el bobo, todos los días. no me llamo: digo y le erro y vuelvo a corregirme. me enseño una sombra en el suelo, de pie.
no me llamo, pero digo.
***
entonces, porque seguro no es ahora,
el poema. entonces también la época
y la lengua. como carne y uña,
café con cárcel. juntas. una por el calor,
otra por no saber. de la mano. al comienzo.
porque seguro es y hay, pero no ahora. no esta
convención en tanto voy a decir y voy a temblar.
el poema. al masticar sin cansancio el plato
vacío de la realidad. ante esa gente
que va a la vida fingiendo coordenadas.
personas replicantes. hablando siempre como
si estuvieran en un evento, o un estudio de tv.
en la lengua, la época tiembla.
entonces ahora y el poema. no sé cuando
deba terminar. sé la tierra y la semilla: ahora.
sé que habló el borracho, que el viejo del árbol
y la desdeñosa. que el alucinado de los descapotables
y el cónsul y el pianista triste del paisito. eso sí sé.
lo demás pienso temblarlo. en la época, la lengua
y entonces.