viernes, 13 de mayo de 2016

el dueño de la naranja

con mi hermano
seguíamos una banda:
no los conocía
ni la madre,
me dijo leo.

una vez tocaron
en airport
y nos rajaron
a la mierda.

hace dos días
se apareció
en la sala
con la trompeta,

le mandamos delay
y fuimos todos felices.

es decir:
de un lado
están
los que no
se acuerdan,
o los que tienen
los mejores días
siempre atrás
y te la cantan
como quien
le habla
a un cachorro.

por suerte,
también hay
los que son
su tiempo tanto
como su vaso,
o su instrumento.