la fecha
era en un lugar
de ballester.
el hombre alto
le tenía mucho
cariño al espacio,
eso todavía
me pica un poco.
en la prueba
todo salió
de muy bien
para arriba.
el hombre alto
en la batería
es pura economía
de recursos, en el
sentido más elegante
del término:
no le sobra una tensión
en el cuerpo, pero nunca
se queda un rulo corto,
ni te cae a destiempo.
entiende perfectamente
lo que la canción pide.
es como iniesta,
pero con palitos.
decía
que en la prueba
todo salió bastante
bien.
juampi en arreglos
tenía hasta un momento
de charango, además
de las guitarras
habituales.
nico al bajo estaba
preciso y sobrio.
todo sugería
una noche redonda:
pasa que flores.
genéticas, encima.
un loco apareció
con una cruza
de su autoría
y nos descerebró
a todos.
fue como sacarse
todo sistema
de creencias
y quedarse
con las palabras
vírgenes. toda
una nueva
ingenuidad.
cinco minutos
antes de tocar
y ahí detrás
del escenario,
guitarra en mano,
yo repetía mi nombre
para adentro mientras
pensaba ¿así me llamo?
¿así me llamé siempre?
¿éste fue siempre
el sonido?
cosas de esas.
por cómo salió
el recital,
parece que los demás
andaban en otras
por el estilo.
al rato
de lograr bajarnos
del escenario
vino un tipo
todo desgarbado
de remera a rayas,
con mucha cara
de medicación
a decirnos
que lo nuestro
había estado
muy experimental.
moraleja:
mientras te caés
para adentro
es imposible
tocar instrumentos.
y lo es mucho más
si tenés o te imaginás
montones de luces
encima
que te recuerdan
a los calentadores
de un spiedo.